Comidas muy calientes...

Alguna vez te has preguntado ¿Cuáles consecuencias tiene comer muy caliente?

Bueno acá te coloco parte de la respuesta.

Ingerir alimentos a temperaturas sobre la del ambiente o corporal tiene un conjunto de efectos secundarios que pueden influir en el cuerpo a distintos niveles.

Comencemos por los efectos visibles.

Mientras más caliente o a mayor temperatura se encuentren tus alimentos mayor daño produces a las membranas bucales. Las papilas gustativas poseen un conjunto de nervios conectados al sistema nervioso central, el cual nunca se regenera lo suficientemente rápido durante el transcurso de tu vida. Si observas tu lengua poco después de consumir alimentos calientes podrás observar que las papilas están un poco inflamadas.


Sigamos entonces con los menos visibles… Luego, dichos alimentos pasan por el tracto digestivo hasta llegar al estomago… Nuevamente irritando a su paso hasta llegar al estomago donde se va a unir con los ácidos gástricos en la digestión. Dado que los ácidos estomacales producen calor, la temperatura interna del cuerpo se eleva evitando que las enzimas efectúen el proceso de descomposición adecuado, además que debilita la capacidad natural del estomago para protegerse de los ácidos, produciendo con el tiempo ulceras o problemas gástricos graves.

Adicionalmente, comer muy caliente también daña los componentes nutritivos de los alimentos haciéndolos tan nutritivos como el cartón de la caja de los cereales… (Siendo un poco exagerado, he he, pero espero entiendas la idea). Todos los alimentos tienen temperaturas a las cuales deben ser cocidos y abusar de ellas puede hacer algo más que simplemente quemar la comida.

En resumen… si comes muy caliente es posible que:

• Te quemes la lengua y con el tiempo termines perdiendo la capacidad de distinguir los sabores de tu comida.
• Sufrirás mayor posibilidad de sufrir agruras, reflujo o acidez, ulceras, entre otras.
• Fomentas una mala digestión; teniendo una pobre absorción de nutrientes y teniendo menos energías durante el día.
• Daña la función natural de los alimentos.
  

¿Recomendaciones? ¡Claro! Una vez cocidos, come alimentos a temperaturas más cercanas a las de tu cuerpo (entre 37°C a 45°C o 50°C máximo) eso evitará posibles problemas; más allá de los gustos personales.